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Publicado por: David Padilla g
martes, 23 de diciembre de 2008
Maracaibo es un hervidero de jocosidad, algarabía y malas costumbres. ¿Alguna vez han escuchado o leído la oración “Maracaibo es calurosa, no por su clima sino por su gente”? aunque bastante trillada, viene a ser muy cierta puesto que todo el brillo de la capital zuliana radica en su gente, en su regionalismo, en su constante echadera de broma, y por supuesto, su calor humano. Tomando en cuenta esas características, vemos como a través del tiempo se han desarrollado una serie de historias, fábulas y cuentos que han trascendido no sólo en el Zulia, a veces en Venezuela e incluso el mundo, que perfectamente se identifican con el maracaibero común.
Roñoquero y Mamblea: los embusteros originales
Nombrar a este par es asociarlos automáticamente con el embuste (la mentira), el ocio y Maracaibo. Primero ¿Quiénes fueron Roñoquero y Mamblea? Estos señores alarmaban a los ya agitados maracaiberos con sus fantásticas historias. Según cuentan las viejas lenguas, lo hacían no para ganar dinero, sino para obtener a cambio cerveza.
Aún cuando pertenecen al imaginario popular maracaibero, este par les pasó como al General de la obra de García Márquez: no tuvieron a nadie que escribiera sobre ellos. Aún así, son recordados al momento de recitar algún insulto que busca comparar con alguna mentira o exageración (“estáis peor que Roñoquero y Mamblea de mentiroso”)
He aquí una historia utilizada por el articulista Miguel Thoddé sobre Roñoquero y Mamblea:
Una vez los llevaron a Ondas del Lago, emisora de radio pionera en sus tiempos para una competencia de mentiras. Roñoquero contó que se había lanzado de un avión a 3000 metros de altura.La Vieja de los mangos
Lo hizo sin paracaídas. Y cayó en el lago, sobre un cocodrilo al que mató con el golpazo, y luego salió nadando hasta la orilla... ¡Fresquecito! Cuando le tocó a Mamblea éste habló de una tarde en que estaba en África, de cacería, con una escopeta 16 que tenía una sola bala rasa. Allí mismo vio a un tigre gigantesco que junto a un león tenían todo listo para "comérselo". Mamblea relató que se fue colocando, moviéndose horizontalmente, de manera de ubicar uno tras otro, en fila, y allí no más les disparó traspasando los dos cuerpos.
Todo el mundo habló de la exageración y parece que allí estaba también, de asistente a la radio, el tipo aquel. Cuando le preguntaron qué opinaba de las dos historias relatadas tuvo una gran salida y se ganó el premio.
Esta historia es reciente, tanto que algunos ya hasta les fastidiará por lo repetitivo que estuvo el tema en varios medios. La protagonista original de esta historia, según el diario Panorama, se llama Carmen Daría de Bracho, quien falleció en el año 2001. Fue grabada en el 97 por su nieto y su sobrino en una de esas tantas “rabietas” que tenía la anciana mujer.
En la grabación se escucha todo un repertorio, por llamarlo de alguna manera, de expresiones muy utilizadas por los zulianos. El audio corrió como pólvora el año pasado en Maracaibo, entre repiques de celulares y una serie de versiones, incluido el rap, en discos compactos en el Mercado de las Pulgas y tuvo hasta su versión “fílmica”. (Gracias a Álvaro por la info)
Fantasmas de la Casa de la Capitulación o Casa Morales
Este sitio histórico es uno de esos lugares en Maracaibo que los maracaiberos saben de su existencia pero poco y me atrevo a decir que nunca, la han visitado. Fue mandada a construir en el siglo XVIII y su valor reside en que fue el sitio donde el último Capitán General español en Venezuela capituló, luego de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo (por ello el nombre de Casa de la Capitulación).
Allegados de quienes la poseen actualmente en forma de comodato (La Academia de la Historia y la Sociedad Bolivariana) aseguran que en ciertas horas del día y sobre todo, en la noche, vagan fantasmas pidiendo por su alma. Según dicen, estas apariciones son esclavos y sirvientes maltratados y hasta fallecidos en la construcción durante la época de la colonia. Quizás si la historia fuese oficial, la casa tendría algún atractivo y llegaría eso que le escasea: las visitas.
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